miércoles, 28 de mayo de 2008

RELATO ENCONTRADO POR AHI...

(viendo las fotos, entiendo las conclusiones de este tio...)
Escrito por (identidad reservada) Hola. Ya estoy en casa. Estoy empezando a escribir este post en una fase mini maníaca, en serio, estoy exaltado, con ganas de comerme el mundo. Ahora ya estoy más tranquilo, pero me ha extrañado ese subidón que me ha dado hace un momento. Creo que existe una doble moral, bueno, quizá no, no sé; sí, no, sí, no, no sé. Cuando una tía folla, la gente dice de ella que es una cerda. Y eso son gilipolleces; las tías follan y deberían follar más, pero claro, si eres tía tienes que ser decente, nunca disfrutar ¡Poses, poses! ¡Arghh! Conclusión: se está avanzando pero aun queda camino por recorrer, las tías tienen que follar más y contarlo con la cabeza bien alta. Tengo que reconocer que también yo tengo una cabeza un poco chunga. Por ejemplo, a veces me jode que mi hermana se líe con tíos, pero luego me doy cuenta que está mal y lo deshecho y saco esa repulsión de forma racional de mi cabeza. Creo que es algo cultural o aprendido, que hay que ir desterrando poco a poco; como lo de ser facha. Hoy fui a una orgía, sí. Es que estaba en una fase un poco de subidón y me animó mucho una pareja de tíos ya maduros (mujer y hombre, quiero decir) que les gusta mucho eso de follar y lo del sexo libre. A ellos les encontré de casualidad, por Internet. Quedamos en un pub liberal -aquí en Madrid hay varios- y nada, allí me fui, aunque con bastante ansiedad: antes de entrar, mientras me comía una hamburguesa me tuve que tomar 2 o 3 orfidales. Luego busqué la calle y encontré el pub, que estaba escondidillo. Aunque me metí igual de rápido que una lagartija, unos chavalillos me dijeron, con grititos, no sé qué desde la calle. Creo que me insultaron o se reían de mi. Entré y la verdad es que aquello era un campo de nabos: estaba la tía, su marido y doce tíos. La tía tendría casi 50 años pero estaba buena, con muchas tetas y una cara que me daba morbo. Les saludé, y me puse a su lado, a ver que pasaba. Me dijeron que se iba hacer un bukkakke y un gang bang ( para el que no lo sepa, bukkakke es que muchos tíos se corran en una tía, y gang bang es que la penetren varios: coño, culo y pollas para sus manos y boca, vamos, que la tía lo pase de puta madre y los tíos que se las arreglen como puedan) Fue viniendo más gente: una pareja, también talluditos, una señora que, si la vieras por la calle, pensarías que es de postín, de esas que van a misa todos los días y ven la tele en pantuflas.
Pues no. La tía se me acercó, me dijo que me conocía, que había visto una foto mía en mi blog y empezó a tocarme el paquete mientras les enseñaba a la gente sus tangas y sus encajes. Entonces, los tíos comenzaron a sobarla y el marido se sacaba la polla y nos miraba empalmado.
También vino otra pareja: estaban más buenos, pero nos advirtieron que sólo venían a mirar. Y también una rubia que parecía rusa. Me gustaba, así que me acerqué a ella y me puse a sobarla para ver si se animaba, pero ella no hacía más que mirarme con cara rara y decidí que mejor me iba con la polla entre las piernas. Creo que era una mirona, por lo menos nunca la vi con nadie.
Pasamos todos a una sala que estaba llena de camas, o sea, a la sala del folleteo. La tía, que se llamaba Juani, se desnudó y algunos tíos también, yo de los primeros, otros sólo miraban.
A todo esto, aclarar que yo no hablaba con nadie, yo actuar sí, pero hablar y eso nada, ni con las tías que sobaba: soy fóbico. Yo me dedico a los actos, las palabras no sé cómo se dicen.
Bueno, Juani se desnudó y nos enseñó las buenas tetas que tenía. Y yo me la pillé el primero (quise pillarla el primer para no pillarme todos los pollos de los demás), le sobé sus tetazas ubrescas y le hice otros trabajos.
Otra cosa importante, no sé si fue por el seroxat, por los nervios, o porque follar así me resultaba demasiado frío o porqué razón pero yo no me empalmaba ni nada: yo iba con mi micropene de aquí para allá, dando de lamer y lamiendo, pero nada más. Así que me fui apagando y me metí en un baño a masturbarme a ver si me animaba pero nada, no había forma. Así que ya sólo me dediqué a mirar.
Algunos se corrían, sólo algunos follaban. Bueno decir que había 3 tías y como 12 tíos o más. O sea, aquello no estaba muy equilibrado. Otro dato cachondo es que, mientras las tías follaban los maridos se dedicaban a hacer fotos, se metían por los recovecos para encontrar los mejores ángulos con sus cámaras.
Cuando se terminó el asunto pasamos a una sala y empezamos a beber y, cuando la gente se me acercaba para hablar yo no podía casi articular palabra. Fíjate, minutos antes sobándonos nuestros cuerpos y que en ese momento me diera corte hablar. Así que me piré y ya está.
Conclusión:
Fue una experiencia que quería vivir, nada más que por saber cómo es estar en una orgía.
No mola tanto como lo pintan.
Es un poco frío. Sí, es sexo por sexo, como debe de ser, pero no se está bien.
Si no fuera por que yo me atabardillo mucho iría más, pero las segundas veces para mí son las peores y no consigo superar el miedo a volver y, además, la gente que va a orgías lo pasa bien, disfruta y se deja de zarandajas, se ríen y eso. Prefieren estar ahí que viendo Salsa rosa comiendo alcachofas.

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