Llegamos al coche, nos sacudimos la arena como pudimos, nos sentamos y yo te recliné el asiento, y te empecé a bajar el bañador, con dificultad, ya que tu polla estaba dilatada, erecta, la agarre con mis manos, y con suavidad comencé a darle suaves besos y poco a poco, la introduje en mi boca, despues comencé a chupar tus testiculos.
Te retorcias de placer, sujetando el respaldo del coche, lo bajé al máimo y me puse encima de él, invitandolo a que me propinara una buena comida de coño al mismo tiempo, cosa que no dudó en hacer.
Fue fantástico, nos corrimos a la vez, y dando casi un salto, salimos fuera del coche, ya no habia nadie, o eso creiamos en la cala, me senté encima del morro, y le dije, follamé, follamé fuerte...
Sin pensarselo se acercó y su enorme polla pidio paso entre mis muslos, húmedos y calientes, abriendose a su solicitud, dejando mi coño abierto, para una frenetica penetración, casi estaba corriendome, cuando de repente, tras el coche vi moverse algo, pero no le dí importancia, seguimos follando como locos perversos, dando alaridos de placer, como si fuera el último polvo de nuestras vidas....
Al rato y tras varias posturas, estaba casi a cuatro patas, cuando adiviné la figura que me pareció ver anteriormente, era un chico, que se estaba haciendo una monumental paja a nuestra salud, al verlo y verme él, le regalé una sonrisa lasciva, invitandole a no parar, ya que me estaba excitando mas si cabe...
Al llegar nuevamente al orgasmo, cosa que me ocupe de que se diera cuenta el chico de la paja, coincidimos, se corrieron los dos al mismo tiempo, y yo, sentí algo diferente, un morbo especial, al sentir como se masturbaban al vernos me excitó como nunca.
Volveremos a esta preciosa cala a pasar otra tarde.....
1 comentario:
Pero la noche sigue...
Y la excitación contínua..
mmmmm
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